El presidente Leonel Fernández asistió este martes al sepelio del cantante y humorista Lusito Martí, a quien definió como un gran artista, humorista, caballero, amigo y un hombre de familia.
El cortejo fúnebre llegó a las 5:18 de la tarde al cementerio Cristo Redentor, e inmediatamente hizo su entrada el primer mandatario, quien dio el pésame a los familiares del artista.
“Sin duda alguna que hemos asistido hoy a la más extraordinaria y espontánea manifestación de duelo y de solidaridad que el pueblo dominicano haya tributado en los últimos años”, manifestó el gobernante durante el sepelio de Martí.
Dijo que esta expresión se debe a que Luisito fue un personaje querido por toda la población, ya que penetró en el alma, el corazón y el sentimiento de los dominicanos.
En la ceremonia, el hijo del fenecido, Luisín Martí, al pronunciar el panegírico agradeció al presidente Fernández todo el apoyo brindado durante la enfermedad de su padre.
“Gracias al presidente de la República, porque desde el primer momento nos dio su mano”, precisó.
De su padre fallecido dijo que Martí nunca tuvo que recurrir a la vulgaridad para hacer sonreir a la gente, porque siempre decía que el humor había que producirlo sin malas palabras.
El cortejo fúnebre llegó a las 5:18 de la tarde al cementerio Cristo Redentor, e inmediatamente hizo su entrada el primer mandatario, quien dio el pésame a los familiares del artista.
“Sin duda alguna que hemos asistido hoy a la más extraordinaria y espontánea manifestación de duelo y de solidaridad que el pueblo dominicano haya tributado en los últimos años”, manifestó el gobernante durante el sepelio de Martí.
Dijo que esta expresión se debe a que Luisito fue un personaje querido por toda la población, ya que penetró en el alma, el corazón y el sentimiento de los dominicanos.
En la ceremonia, el hijo del fenecido, Luisín Martí, al pronunciar el panegírico agradeció al presidente Fernández todo el apoyo brindado durante la enfermedad de su padre.
“Gracias al presidente de la República, porque desde el primer momento nos dio su mano”, precisó.
De su padre fallecido dijo que Martí nunca tuvo que recurrir a la vulgaridad para hacer sonreir a la gente, porque siempre decía que el humor había que producirlo sin malas palabras.
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